De manera intempestiva, aunque previsible, el presidente Javier Milei abrió un nuevo frente de batalla contra los gobernadores al eliminar el Fondo para el Fortalecimiento de la Provincia de Buenos Aires, que representa $231.000 millones y golpea de manera directa la economía del gobierno de Axel Kicillof. El dinero podría ser girado a la administración porteña de Jorge Macri.